El eterno cliché: Una historia de como los lugares siempre son movibles.


Por Jaime David Llerena Sillas.

Primero empezaré hablando de como el psicólogo a perdido su puesto en la sociedad, gracias a la manera en como éste se presenta ante ella con expectativas hasta el cielo y con el conocimiento por los suelos (en algunos casos), es así como la masa urbana no acaba de creer en nosotros por que inclusive nosotros mismos no estamos convencidos de lo que hacemos. Dentro de la sociedad existen múltiples trabajos para el psicólogo en sus diferentes áreas, pero este esta tan estereotipado que la mayoría de los estudiantes no ven la necesidad social para poder trabajar desde una idea propositiva para ayudar a su comunidad y a nosotros mismos como colegas, aunado a esto la sociedad ha remplazado los puestos que le pertenecen a los psicólogos con otros profesionistas que vieron la oportunidad en donde nosotros no, sin pensar que no tiene la preparación y al parecer nosotros tampoco tenemos la flexibilidad para salirnos de los margenes de nuestro papel que abarca un cuarto con un sillón y nosotros de manera pasiva esperando a que la gente decida venir con nosotros y esto es solo una metáfora clínica por que va para todas las áreas de la psicología dentro de un contexto educativo o de la cultura institucional de la FaPsi., cuando lo que necesitamos es nosotros ir con la gente, mezclarnos con ellos, saber que es lo que necesitan, convivir hombro a hombro con toda las personas a nuestro alrededor para saber cuales son sus ansiedades, miedos y problemas en general, para tomar una posición activa dentro de la sociedad e ir ganando terreno, un espacio que era nuestro, pero que nunca lo tomamos hasta que la necesidad nos abre los ojos y nos damos cuenta que nuestros puestos ya no están vacantes, y que si en un principio no supimos como hacerlos valer o crecer fue por la cultura de la doctrina Psicológica, esa que se pasa de generación en generación a los estudiantes de la carrera de psicología y que no plantea las alternativas dentro de la sociedad, es un conocimiento hueco que solo la sociedad nos irá arrancando con los golpes de realidad y que nos aluzará el camino a seguir dentro de ella.

Dentro de la sociedad existen infinidad de situaciones, acontecimientos y oportunidades para poder hacer lo mejor que podamos, nuestra labor varía según la rama de conocimiento, pero algo es seguro, si queremos cambiar el lugar o papel del psicólogo dentro de la sociedad o cultura mexicana tenemos que empezar por adentrarnos en ella y justamente desde adentro empezar el cambio, ese cambio que nosotros buscamos y utilizamos a nivel individual en el paciente, donde queremos llegar a las profundidades, a la raíz del problema, pues es igual en la sociedad, solo desde ahí empezaremos a quitar las capas que envuelven a la cultura con ignorancia y no por falta de información sino por falta de interés, y si aparte nos mostramos con ese cliché enigmático y misterioso en lugar de tratar directamente con la gente que sufre, calla y vive, no podremos saber cual es nuestro lugar dentro de esta maquina orgánica llamada ciudad, la cual también se enferma y guarda secretos, secretos que necesitan ser escuchados en todas sus modalidades y niveles, para poder sacar adelante esta sociedad que cada ves se hunde más, dentro de sus propios errores y nadie esta atento a que sucede y por que sucede, cuando esa es nuestra labor y no la tomamos con la responsabilidad que amerita, dignarnos a bajarnos del pedestal de cartón y escombro en el cual nos hemos subido, sin pensar en la humildad de aquellos ancestros de la doctrina que lucharon por abrir el camino para las futuras generaciones y que éstas por ideales confusos o bien planteados eligieron el camino fácil por así decirlo, y se incorporaron a las fuerzas de trabajo en un mundo que requiere verdades y no profesionistas que fomenten la fantasía de que todo esta bien.

Para mí esa es la posición que deberíamos tomar nosotros como futuros Psicólogos, ¿cuál es el quehacer del psicólogo en la sociedad? Mas bien ¿qué es lo que quiere hacer él en ésta y para ella? Desde mi personal punto de vista no hay un quehacer sino muchos quehaceres y pocos dispuestos a superar esas vicisitudes del camino para sobresalir del resto de los compañeros y enfrentar día tras día la problemática de la señora de la esquina o el clima laboral de una empresa, y que estos son la sintomatología y el reflejo de algo que es de nuestro campo, pero es tan real y cotidiano que nos parece normal, cuando la normalidad es lo que mantiene a la sociedad colgando de un hilo y a nosotros con ella.