De Generaciones Saboteadas.


Por José Carlos Llanes Sáenz.

“A quien el psicoanálisis atrapa, ya no lo suelta.” F. Roustang(1).

Saludos totales mi(s) estimado(s) lector(es), nuevamente decidí hacer uso del espacio que el grupo Vox Studere a través de la revista LA VOZ presta a los alumnos de la Facultad de Psicología de la UANL para expresar sus ideas, comentarios, quejas, etc; acerca de lo que pasa en nuestra facultad y que nos a de interesar (creo) a todo el personal alumnado de esta institución (la cual para algunos que ya estamos por terminar nuestro ciclo de licenciatura debemos agradecer el “aprendizaje” negativo o positivo que esta institución nos brindo por 5 años de los cuales los primeros 3 fueron realmente mediocres y meramente de relleno) y cuestionarnos acerca de lo que nos dejo esta experiencia, más a aún lo que nos dejo estar apenas 4 semestres de área, es decir, sólo 2 de los 5 años de carrera estudiando o revisando en clase o fuera del aula lo que a uno realmente le interesa del mundo “Psi” con su respectiva Praxis Clínica.

Ya dirigiéndome más específico al motivo de mi artículo es para dar a conocer mi inconformidad (cosa que quedo de manifiesto con mi grupo desde séptimo semestre) acerca del trato que hemos recibido en cuanto al personal asignado para impartir la cátedra en nuestro grupo, ya que cada semestre se nos ha retirado a algún profesor del cual esperábamos (algunos mas que otros la verdad) recibir sus clases en nuestra estancia en el área clínica.

Primer suceso: séptimo semestre retiran (castigan) a la maestra de Lingüística (quien aparte de ser excelente maestra es la “polémica andando”) por razones desconocidas para nosotros (pero como buenos estudiantes ahí andamos averiguando por nuestra cuenta) argumentando la coordinación del área que se debió a un castigo para la maestra por alguna falta administrativa (de la cual no tuvimos ninguna información “oficial” al respecto, así que cada quien se dedico a averiguarlo por su cuenta como mencione hace algunas palabras), se nos reasigna a otro maestro (al cual le tengo mucho respeto y admiración por haber sido mí supervisor este último año), pero, desgraciadamente por sus compromisos en la Maestría en la unidad de Posgrado de la Facultad le era imposible cumplir con el horario establecido así que se optó por recurrir con otro profesor, cuyas ganas eran muchas pero su inexperiencia en el trabajo de cátedra eran igual, así que la materia de Lingüística paso a ser lo que realmente es: “una más de relleno”.

Segundo suceso: Ya entrando al octavo semestre pensábamos “somos sólo un grupo, no nos pueden hacer lo mismo”. ¡Oh sorpresa! Debido a la imposición (porque no hay otra forma de llamarlo) de un maestro que llegaba con un amplio e interesante currìculum, con grado de doctorado en el extranjero y demás “cosas bonitas”, a impartir una mas de las materias “de relleno” por orden de algún “innombrable”, se le mando acomodar su horario empalmándolo con el horario de nuestro maestro de Psicología de los Grupos, “desmadrando” todo el horario del maestro de Grupos (quien la mayoría del salón, incluyéndome, nos gustaba su clase y pensábamos que era inamovible) así que se optó por nuevamente recurrir a un maestro sustituto (el cual aunque mostraba un amplio conocimiento teórico de la materia, en la práctica dejaba mucho que “desear”), así que no solo tuvimos que “aguantarnos” con nuestro maestro sustituto, si no también “aguantarnos” al maestro con grado de doctorado en el extranjero (por cierto su doctorado era en neurolingüística o algo así, creo que hubiera encajado más en algún grupo de conductual o laboral, ¿por qué nos lo impusieron a nosotros?) quien, la verdad, con sus métodos poco o nada andragógicos (como el sentarse “bien” en clase o el no comer en el salón, ¡ah! y el que más me encantó, nótese mi sarcasmo, el de no sentarse en “ghettos” ¡oh my god!) la verdad no nos quedaron ganas de volverlo a tener como catedrático, pero ¿saben que? La leyenda continúa…

Tercer suceso: Cuando parecía que por lo menos el último semestre no íbamos a tener “sorpresas”, que equivocados estábamos, esperando casi 2 años para recibir la cátedra de una maestra de Ética de quienes se escuchaban decir cosas muy interesantes por parte de los ex alumnos del área clínica, tenía que pasar algo, se nos asigna otro maestro (hago aclaración que en lo muy escaso que llevo de conocer a nuestro maestro actual no dudo que sea un gran catedrático y la verdad que he escuchado cosas muy buenas sobre él y de verdad espero que tengamos un buen curso acerca de la ética y que no nos la tomemos como una materia “de relleno”) poniendo de manifiesto la coordinación del área que nuevamente manos de “más arriba” tienen injerencia sobre estas decisiones, ya que nuestro maestro actual es de tiempo completo y tiene más “peso” que una maestra por contrato, de lo cual aclaro, el maestro es el menos culpable (en caso de haber uno o unos) de todo esto.

Así que como pueden ver en mi escrito hemos sido, la generación diciembre 2009 del área clínica, una generación saboteada, pero algo positivo tendrá que emerger de estas experiencias, nuevas dudas que buscar resolver, nuevos cuestionamientos que hacer y por sobre todo nuevas cosas que elaborar y re-elaborar, muchas gracias por leer.(2)

Y ya para cerrar este artículo nuevamente exhorto a los alumnos y también ex alumnos de la Facultad de Psicología de la UANL a manifestarse a través de LA VOZ.

Notas:

1. Roustang, F. "A quien el psicoanálisis atrapa, ya no lo suelta," Siglo XXI, Mèxico, 1989. El sólo título es ya una tesis. Citado por el maestro Flores, D. en "Porqué somos lo que somos: De psicólogos a Psicoanalistas" a pesar de la UANL, Edición Privada, Monterrey, N.L. México, 2001.

2. Hago notar que respeté el no escribir nombres de los “personajes” de esta historia de terror con la única intención de no herir susceptibilidades, pero bueno, la gente cercana al área clínica ya debe tener una idea de quienes hablaba y que mi narrativa es sólo para exponer el cómo se nos a manejado a nuestra generación y no para exponer a los maestros, gracias.

carlosllanes1@gmail.com