¡Porque la voz es de todos!


Por Moisés Natanahel Armendáriz Villalobos.

“La voz de una minoría jamás se escucha a menos que se alce la voz…”
Jorge Borrani Valdés
El Ladrillo #4

“Otorgar un espacio de crítica a cualquiera y escrito por cualquiera de la FaPsi. Apoyar e informar a los estudiantes de la FaPsi con respecto a situaciones académicas, políticas y administrativas de la Facultad.”
Vox Studere.

Estos son los objetivos generales por los cuales esta revista es publicada cada mes, por lo que ahora está en sus manos y por la cual muchos compañeros alumnos y ex alumnos han escrito (y seguirán escribiendo). Esto es algo que a lo largo de la publicación y distribución de LA VOZ hemos tenido en cuenta para seguir en el camino, siempre crítico, directo y veraz con la intención de informar, apoyar al alumnado que así como nosotros quiera denunciar (y por qué no, maestros) lo que está mal, lo que va en contra de lo estipulado tanto para maestros como alumnos, ya que es un espacio de libre expresión SIN censura, pero respetando a las personas involucradas, porque después de todo se critica las acciones, los puestos o las opiniones y no a las personas, por lo tanto no nos proponemos a fomentar los ataques personales ni los insultos y criticas sin fundamento.

Siendo EL LADRILLO nuestro ancestro más directo, publicado hace aproximadamente 3 años por alumnos (ahora ex alumnos y grandes compañeros) de la facultad, que en ese momento vieron la necesidad de una revista estudiantil. Nosotros quisimos aprender mucho de ellos y tras una larga plática con algunos de los “Tlacuaches” (grupo estudiantil conformado por: Pablo Armijo García, Jorge Borrani Valdés, Manuel Cadena Flores, Mónica Luna Molina, Pedro Orosco Tapia, Paulina Palacios Canudas y Jesús Mario Serna Vázquez) tomamos de ejemplo lo que ellos habían dejado (por cuestiones de fuerza mayor, como que finalizaron sus estudios de licenciatura o algo así) y decidimos hacer una publicación y siguiendo sus consejos nos embarcamos en este proyecto que pinta para seguir adelante.

Pero aún así habrá quienes que, como mencionó mí compañera Karla Jhovany, crean que sigamos ardidos por no haber quedado como Mesa Directiva Estudiantil, que solo somos unos “grilleros”, que nos encanta criticar sin fundamentos a los que “solo quieren lo mejor para los estudiantes” etc. la verdad es que no es así, si ese hubiera sido el caso ¿no creen qué con el primer número nos hubiéramos quedado satisfechos? Pero lo que sí es cierto, es que queremos apoyar y fomentar una actitud crítica en el alumnado (que se supone es uno de los objetivos formativos de la facultad, ¡ahá!), despertar y mantener el interés sobre los asuntos políticos y administrativos de la facultad, que servirá más a nuestra formación que un montón de fuentes y un nuevo puente y una cabina telefónica que solo sirve para comunicarnos con los departamentos dentro de nuestra facultad.

Pero esa es solo una pequeña visión de lo que es el trabajo para nosotros el hacer y mantener una publicación de esta naturaleza, que como hemos dicho a casi todos los que la han comprado, o que si han leído en la portada es una publicación INDEPENDIENTE, ¿Qué significa esto? Pues que son los estudiantes quienes nos financiamos este proyecto y el escribir, imprimir y vender cada uno de los números lo hacemos nosotros, si alguien quiere hacer algún donativo es aceptado y agradecido (¡muchas gracias por los donativos, por mínimos que sean colaboran a que este ideal siga adelante!), además de eso, está diseñada por estudiantes (saludo y agradecimiento a Karla y Gustavo que son los encargados del diseño y la edición respectivamente, así como los demás miembros del comité editorial) y los escritos, artículos, editoriales y entrevistas son realizadas por alumnos y ex alumnos. Por lo mismo que no tenemos algún patrocinador directo (por eso podemos hacer y decir lo que queramos, sin ir en contra de nuestros ideales y principios) tenemos que, por cada copia de cada número, cobrar una cantidad que depende de cuanto nos cueste a nosotros imprimir un ejemplar de LA VOZ (contando el costo del papel, que nosotros tenemos que comprar por separado, hasta las copias y las grapas, ya que también somos nosotros los que grapamos y doblamos), pero al fin de todo no tenemos ninguna ganancia (monetaria) por la venta de cada ejemplar, así que en teoría estas palabras y las de mis compañeros y colaboradores no tienen precio (económicamente hablando), son gratis en la compra del papel y la tinta, mientras que las ideas y pensamientos son ricos en cultura y opinión.

Aparte del aporte económico que aportamos y el dinero que nos cuesta seguir publicando, hasta ahora nos cuesta esfuerzo, dedicación, tiempo (esas horas doblando y grapando cada ejemplar con cuidado para procurar queden parejitos… por ejemplo), lágrimas y enojos, carcajadas y emociones, pleitos y felicitaciones, despedidas y desilusiones. Cada uno del comité editorial pone algo de si mismo en cada número, así como los colaboradores. Y a pesar de todos los altibajos y problemas que han surgido tenemos las mismas ganas de trabajar, y como dijimos en un momento y lo seguimos sosteniendo, estamos abiertos a la crítica, opiniones y sugerencias. Aunque la mayoría de los interesados en comprar esta revista “estudiantil” son los maestros de la facultad, mismos que nos buscan para obtener un ejemplar y nos cuestionan para saber cuándo será publicado el siguiente número, no digo que a los alumnos no les interese, pero hay que aceptar que no a todos les interesa, al igual que no a todos los maestros les interesa, pero hay que ver que está pasando para que los maestros estén TAN interesados por lo que se escribe en estas páginas.

Alguna vez escuche por ahí que el que habla se expone, se expone a la crítica y cuestionamiento. Si tienes algo que decir, los espacios existen, solo queda en TI ¿Quién dijo yo?

¡La VOZ trasciende el tiempo y nosotros con ella!